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La creatividad en acción

Carolina Biquard, Directora Ejecutiva y

Bárbara Russi, Directora Creatividad, Cultura y Capital,

Fundación Compromiso


Carolina Biquardes abogada y ha dedicado toda su vida profesional a fortalecer la sociedad civil de la Argentina. Obtuvo un máster en Gestión de Organizaciones sin Fines de Lucro, del New School for Social Research. Fundó la Fundación Compromiso en 1994, y fue la directora ejecutiva hasta 2005. Basándose en la filosofía de la administración de Peter Drucker, Fundación Compromiso desarrolla y difunde un nuevo modelo para producir e invertir de modo eficaz en las cuestiones sociales, ambientales y culturales de organizaciones de la sociedad civil de toda América Latina, empresas privadas e instituciones públicas, según la dinámica de la economía de impacto. Entre 2007 y 2009, Carolina fue directora nacional de Industrias Culturales. De 2015 a 2018, fue presidenta del Fondo Nacional de las Artes, una institución pública que financia la creación artística y la cultura argentina. Carolina ha vuelto ahora a la Fundación Compromiso y la ha

convertido en un fondo de impacto.


Bárbara Russi es antropóloga, especializada en gestión cultural. Trabaja como asesora para la Comisión Nacional de Monumentos y Patrimonio Histórico y como consultora de desarrollo institucional y estrategia financiera para organizaciones públicas y privadas del ámbito de la cultura. Se desempeñó como jefa de Gabinete del Fondo Nacional de las Artes; coordinó la Oficina de Desarrollo Institucional del Ministerio de Cultura; trabajó en la creación del Centro de Vestuario del Teatro San Martín, y coordinó la creación del Centro de Intercambio de Formación para el

Complejo Teatral de Buenos Aires y para el teatro lírico del Teatro Argentino de La Plata. Trabajó para producir los Festivales Urbanos de Arte, de Buenos Aires. En el mundo de las organizaciones sin fines de lucro, fue directora de Desarrollo Institucional para Juventus Lyrica y Fundación ArteViva. Bárbara es miembro del directorio de la Fundación Compromiso.



Esta sección del informe apunta a destacar y celebrar el proceso por el cual los artistas innovadores, emprendedores culturales e inversores de impacto pueden unirse para trabajar juntos de modo colectivo para el bien mayor de la sociedad, y demostrar el gran potencial positivo de la economía creativa en su totalidad. Compartimos historias de comunidades colaborativas que crean un propósito cultural. En ellas el desarrollo de asociaciones flexibles, basadas en la confianza, libera una variedad de recursos que potencia la creatividad para movilizar el capital y lograr resultados.



Este segmento destacará experiencias que catalizan los emprendimientos de los artistas para inspirar la innovación. Aprenderán acerca de la contribución que pueden hacer las

industrias creativas para el futuro de las ciudades, el bienestar, la migración y la cohesión social. Conocerán las mejores prácticas en el ámbito de la creatividad para enfrentar la pandemia de la COVID-19 con el objetivo de alentar un impacto duradero.

Les presentamos el modelo de Potrero Digital (PD), una red de escuelas de oficios digitales, orientada a la generación de empleo y la obtención de trabajo para jóvenes en situación de vulnerabilidad, en la economía digital. No existe una traducción literal para la palabra «potrero» en inglés, pero puede intentar definirse como un terreno o campo abandonado en un vecindario donde los niños se reúnen para jugar al fútbol. El nombre «Potrero Digital» representa el espíritu del proyecto porque alienta a esos mismos niños cuando ya son jóvenes, que se criaron jugando en estos terrenos, a sumar una educación digital para construir un futuro en el que el esfuerzo potencia la oportunidad. La comunidad de Potrero Digital incluye en este momento unos 3100 estudiantes provenientes de barrios

vulnerables situados en los distritos más marginales de la Argentina, y operaciones que se inician en Brasil, México, Chile y Uruguay. Sabemos que el programa es económicamente sostenible cuando se practica a escala. Para resumir, el objetivo de Potrero Digital es entrenar a jóvenes en oficios digitales y ofrecer oportunidades de empleo calificado para un segmento de la población habituado a realizar oficios manuales.

Potrero Digital se incubó en el Fondo Nacional de las Artes (FNA) argentino, como parte del liderazgo creciente del movimiento Arte y Transformación Social. Su finalidad era promover habilidades digitales creativas y ampliar oportunidades artísticas. Concebido originalmente como una academia de cine –junto con el director de película y ganador del Oscar, Juan Campanella y Gastón Gorali, tras el éxito de la película de animación Metegol en 2013 – terminó siendo una escuela de marketing y animación digital, como respuesta a las necesidades crecientes de empleo del país. El FNA fue una plataforma de lanzamiento ideal porque prestó apoyo financiero para el alcance total del proyecto: becas para entrenar y crear; donaciones para las organizaciones sin fines de lucro que le dan contención y ayudan a sacar adelante a Potrero Digital dentro de sus comunidades locales,

y créditos blandos para equipar las instalaciones y para poner en marcha emprendimientos artísticos y digitales. Luego de la etapa de incubación, Potrero Digital pasó a ser supervisado por la Fundación Compromiso, y empezó a escalar centros o “nodos” como parte de su estrategia de expansión. La disrupción causada por la COVID-19 aceleró la transformación hacia un formato 100% digital. Esta situación también amplió las fronteras y catalizó el crecimiento haciendo posible estructuras más flexibles que beneficiaran oportunidades emergentes de negocios.

La Fundación Compromiso (FC) es actualmente la organización sin fines de lucro responsable del diseño del programa, la construcción institucional y la estructura

financiera y legal. El cambio de estatus –de pública a ONG con socio fundador– no detuvo

las negociaciones en marcha para financiar la escalabilidad. Por el contrario, desde sus inicios el programa entero se concibió de este modo: el sector público como inversor y no productor, y las entidades autónomas, tales como organizaciones benéficas o universidades, como dueñas y productoras del nuevo Potrero Digital.

La Fundación Compromiso consiguió reunir el capital para darle continuidad y fortalecer el

programa: el financiamiento filantrópico provino de un grupo de bancos, empresas de tecnología, organizaciones multilaterales, y, en parte, de financiamiento público otorgado a través de incentivos fiscales. Los subsidios inteligentes son esenciales para llegar a los mercados menos requeridos, porque están estructurados para alcanzar los resultados esperados de modo eficiente y eficaz. Algunos de los auditores locales y regionales de capital filantrópico consideran que Potrero Digital es un punto de encuentro entre las agendas globales que se ocupan de la juventud, los mercados laborales, la educación y la igualdad. La Fundación Compromiso elaboró el enfoque de emplear el subsidio inteligente como medio para escalar un producto con elevado potencial y como herramienta para atraer la participación de formas de financiamiento con una orientación más comercial. Un sistema adecuado para estructurar el capital donado puede resultar absolutamente crucial para asegurar el desarrollo del mercado y el logro de resultados.



Potrero Digital eligió el camino de pagos por resultados, diseñados como bonos de inversión ligados con carreras profesionales, que apuntan a redistribuir tanto el riesgo como los beneficios. Los acuerdos de riesgo compartido con foco en los estudiantes son un camino mixto en que la filantropía tradicional se desplaza hacia la inversión catalítica. Se trata de un enfoque del capital que resulta más paciente y con mayor tolerancia al riesgo. Cuando surge una iniciativa social, se necesitan donaciones de capital no reintegrables para poder tomar el riesgo adecuado e ir aprendiendo lo que funciona. A medida que se desarrolla una iniciativa, también lo hacen las asociaciones, alianzas y relaciones basadas en la confianza, las cuales permiten evolucionar hacia la distribución del riesgo entre las partes, en tanto este se va entendiendo mejor. Quien estableció estos criterios con firmeza fue el primer filántropo con el que trabajamos, la fundación JP Morgan, que necesitaba medir el costo de preparar a jóvenes desfavorecidos para ingresar en la economía digital. Una ventaja importante de la estrategia por resultados es la posibilidad de medir el impacto real, porque las mediciones proporcionan un lenguaje común para evaluar los negocios que se encuentran en los portafolios de los inversores de impacto. Solo podrán escalar aquellos proyectos que puedan demostrar ser exitosos, por lo menos, a cierto nivel. Las grandes creaciones, las grandes intenciones y las grandes inversiones comienzan por enfocar la atención, y las mediciones incorporan los datos que refuerzan los modelos para escalar la inversión de impacto de las industrias creativas.



Compromiso Digital es el emprendimiento social creado para dirigir el retorno financiero y con fines de lucro de Potrero Digital. El modelo se basa en escalar sostenibilidad mediante contratos de futuro: las ventas futuras de servicios digitales proveen a los estudiantes el capital inicial requerido, que luego reembolsarán según un cronograma de fechas preestablecidas, dependiendo de que cuenten con ganancias suficientes. De este modo, el capital se invierte de manera productiva en la economía creativa, y permite que florezca la creatividad y se multiplique la actividad económica. Para los estudiantes de Potrero Digital, la medida del éxito es la inserción laboral. Los módulos que enseñan animación y videojuegos resultaron semilleros para descubrir a jóvenes creadores y para empoderarlos. Además, impulsaron la tendencia de trabajo freelance, un beneficio particularmente relevante durante los confinamientos a los que obligó la COVID de este año, pues ya estaba instalada la infraestructura del trabajo en casa. Los alumnos desarrollan sus habilidades a través de una educación estructurada, y aprenden orgánicamente beneficiándose de un proceso de mentoría cuando salen a trabajar a las empresas o lo hacen por su cuenta. Compromiso Digital provee un marco orientado a las diferentes etapas del camino, ligado a la solución de cuestiones sociales fundamentales. Para ello cuenta con voluntarios de las empresas, que se reinventan como coaches de los estudiantes que empiezan a trabajar.

Este es solo un ejemplo del aspecto más general que queremos destacar en esta sección del informe: el hecho de que se pueda hacer rendir la creatividad en beneficio de individuos, comunidades y la sociedad en su conjunto, promoviendo las economías local, nacional e internacional en el proceso. Aunque se trate de un alcance inevitablemente limitado, hemos querido representar una selección de geografías y sectores lo más variada posible, utilizando principalmente las redes inmediatas de Upstart CoLab, Nesta y Fundación Compromiso, y contando con la generosa donación de tiempo y expertise de nuestros apreciados contribuyentes.

Mientras preparábamos este informe, nos comunicamos con el artista israelí Eyal Gever. Eyal integra un colectivo de artistas que creó el proyecto Plastivore. Esta obra, que utiliza la inteligencia artificial para generar una solución humanitaria a la contaminación global por plásticos, ha sido elegida para ser presentada en la Bienal de Venecia 2022. Plastivore es una obra de arte automatizada que utiliza impresoras 3D: consume plástico y lo transmuta en bloques para la construcción de espacios sociales. En el momento de establecer el contacto con Eyal Gever, Fundación Compromiso ya estaba trabajando con el estudio internacional de arquitectura CAUKIN para construir la primera escuela de Potrero Digital en el Barrio 31, uno de los asentamientos precarios más grandes y visibles de la Ciudad de Buenos Aires. Allí existe un esfuerzo por parte del Estado por reducir la pobreza, mejorar la calidad de vida de los residentes y, al mismo tiempo, crear las condiciones para un cambio en la urbanización del barrio. Gracias a que pudimos establecer un contacto mientras realizábamos este informe, hoy vamos camino de construir el Centro Potrero Digital con bloques de plástico fabricados por alumnos a partir de los desechos reutilizados del Barrio 31. El Centro Potrero Digital de plástico será incluido como un estudio de caso en Plastivore, el proyecto artístico que se presentará en la Bienal. Cuando se trata de oportunidades, la innovación siempre es exponencial. El Centro Potrero Digital del Barrio 31 utilizará la programación de diseño, el modelado, la impresión 3D y el reciclado para los emprendedores sociales de la comunidad. El impacto se abre camino. Esperamos que en este informe encuentren conexiones igualmente fructíferas; ideas que articulen sus propios proyectos, y pensadores creativos cuyo trabajo pueda nutrir el suyo.

Creatividad en Acción pone de manifiesto estrategias que combinan la financiación y las finanzas para darle apoyo a la creación con propósito, que tiene un impacto positivo en las

personas y el planeta. La creatividad llama a la innovación de los artistas y los emprendedores culturales, y también se ocupa de estructurar modelos financieros que aseguren resultados con impacto social. Porque cuando el arte encuentra su propósito, es una fuerza que impulsa al mundo.


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